Por Elizabeth Arroyave
Hoy en día todos tenemos algún grado de presencia digital y tenemos que estar claros que ésta presencia tiene implicaciones. Si bien existe la libertad de expresión, debemos ser responsables sobre qué publicamos y cómo lo hacemos.
Aquí les presento una serie de puntos que debemos evaluar antes de realizar nuestras huellas digitales y que pueda ocasionarnos un mal momento:
- ¿Este comentario realmente me representa?
Nuestros comentarios indican quiénes somos y cómo pensamos, por lo que no debemos dar una idea diferente de nuestras posiciones.
- ¿Me gustaría que mi ídolo leyera lo que escribo?
Para muchos nuestros ídolos pueden ser desde la pareja, los hijos o alguien a quien admiro o mi jefe. Internet es un mundo amplio donde a cualquiera de ellos podrían llegar nuestros comentarios.
- ¿Mi comentario es ofensivo?
Muchas veces escribimos a raíz de una situación emocional, pero debemos recordar que a veces algunas bromas o comentarios pueden ser muy hirientes y podrían ocasionar una ofensa a alguien, por más que pensemos que sea gracioso.
- Muchas cosas son mejor decirlas por teléfono y no escribirlas por redes, tan simple y sencillo, como si extrañás a alguien mejor lo llamás.
- ¿Cómo reaccionaré si alguien está en desacuerdo con lo que puse?
Esto es una prueba de fuego, ya que muchas crisis se generan después de un mal manejo en la moderación de comentarios, así como uno debe estar dispuesto a recibir retroalimentación.
- ¿Estoy enojado o molesto? De ser así es mejor alejarse de las redes y no postear simplemente no es posible retractarse una vez que salió en redes sociales.
Como decimos para hablar y comer pescado hay que tener mucho cuidado y esto aplica en redes también.