Hace unos días, se publicó en nacion.com una nota acerca del uso de las redes sociales en adolescentes. En ella, se mencionó sobre la tendencia de los jóvenes (y usuarios de todas edades) por abandonar o bajar la frecuencia de uso de la red social Facebook.
Comenta además, como los usuarios han empezado a utilizar otras redes como Twitter e Instagram por la sensación de libertad de expresión sin ser juzgados, ya que la constante preocupación de cuidar la reputación en línea se ha vuelto aburrida. Además, verse tentados en poner la creatividad a flote es otra de las razones por las que han iniciado una búsqueda de nuevas redes.
¿Deberíamos entonces creer que estamos frente a una crisis en la gestión de redes sociales?
Todo lo contrario. Resulta, que este estudio refleja una realidad que, lejos de alarmarnos sobre una crisis, nos presenta una oportunidad para crecer en social media y nos antepone el reto de crear nuevas maneras de atraer a los públicos metas a interactuar con nuestras marcas.
Además de permitirle a los desarrolladores utilizar esto para crear nuevas aplicaciones y especios que permitan un una interacción diferente, entretenida y llena de creatividad, nos permite a los que gestionamos las redes, buscar nuevas formas para tener presencia y nos obliga a poner más cabeza para formar estrategias digitales más integrales.
Si bien es cierto, así como se menciona en la nota, Facebook sigue siendo la red más utilizada y debemos como marca tener presencia en esta. No obstante, se puede trasladar el fuerte de nuestras tácticas en alguna otra red que permita al usuario una forma más divertida, creativa y libre de interactuar, pero sobre todo que les impulse a proponer ellos mismos lo que quieren recibir de nosotros.
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